No hay día que mi corazón y mi pensamiento no esté invadido de cierto estado de ansiedad, sé que no soy la única. Cada mañana al abrir la puerta de mi tiendecita lo hago esperanzada, algo venderé y aguantaré un día más, sé que este mismo pensamiento recorre las mentes de muchos de vosotros, un día más en el trabajo y ...¡gracias!.

Hace tiempo que mi puerta no sólo se abre para vender sino también para charlar con los amigos, para escuchar las alegrías, preocupaciones ,tristezas y cómo no, en estos momentos, despedidas.

Despidos y traslados de trabajo que hacen que mis propios miedos se entrelacen con los vuestros.

¡Vale, ya lo sabemos! ¡Estamos pasando momentos muy difíciles! Pero me resisto a dejarme llevar.

Partiendo del hecho ya de todos conocido ( y en muchos casos sufrido dolorosamente) qué nos queda:

lloriquear por todos los rincones ,pregonar a los siete vientos la mala gestión de políticos,gobernantes, jefes ...

reivindicar derechos, trabajos,honorarios,estados de bienestar perdidos ..O

Una vez conocida y aceptada la nueva situación que nos ha tocado vivir procurar empezar a caminar despacito pero sin miedo hacia las nuevas circunstancias que se nos presentan.De nada sirve aferrarse a lo que ya hemos perdido. Debemos empezar de cero , pero si algo he aprendido por propias y variadas experiencias , es que jamás nos debemos dejar arrastrar por la desesperanza y la fatalidad.

El ser humano es prodigioso, tiene infinitos recursos ante las adversidades , y sinceramente creo que llevamos muchos años olvidándonos de quién somos y las grandes cualidades que cada uno de nosotros tenemos.

La vida rutinaria, siempre escudándonos en lo ocupados que estamos, las facilidades y comodidades que hemos alcanzado ( no digo que inmerecidas pero en muchos casos sin demasiados esfuerzos) nos han " acorchado" , nos hemos acostumbrado a ver los problemas en la pantalla del televisor y desde el mullido sofá como meros espectadores y ahora que los problemas están en nuestra puerta nos quedamos paralizados y aturdidos como niños.

No debemos esperar una vez más que sean los otros quienes nos resuelvan la "papeleta" esto es demasiado grave para quedarnos paralizados.

No, no hablo de grandes movilizaciones, caceroladas y cosas por el estilo , pretendo ser más práctica y directa.

Desearía poder transmitir positivismo, aligerar la cargar de miedo y ansiedad que recorre nuestra sociedad, no podemos seguir desmotivando a ese montón de hijos a los que habíamos llenado de regalos ,de promesas puramente económicas y ahora dramáticamente decirles que tendrán que emigrar.

Nuestra vida va a cambiar, nos ha tocado vivir un cambio social. A lo largo de la historia ya ha habido muchos ejemplos y aquí estamos dignos herederos de aquellos que sobrevivieron. Ahora nos toca a nosotros.

Cada uno en su pequeño circulo deberá ir dando " pasitos", deberemos renunciar a algunas cosas, reducir otras muchas , pero crearemos un nuevo ritmo de vida .

El consumo es el motor de esta sociedad , todo el mundo vende y compra algo, hasta hace bien poco se hacía compulsivamente ahora deberemos adoptar un nuevo ritmo , más pausado pero continuo, porque no podemos permitir que sigan destruyéndose puestos de trabajo. Se deben ajustar los precios a los nuevos salarios, no pueden ir por caminos divergentes.

Se requiere mucha confianza , primero en uno mismo, quizá descubramos cualidades escondidas en nuestro interior que no conocíamos , y segundo en la sociedad, que no es un ente extraño sino algo fabuloso formado por cada uno de nosotros.

En lugar del solomillo comeremos las croquetas con el resto del cocido de ayer, tardaremos un poco más , gastaremos un poco menos y ...seguiremos VIVIENDO.