Para los que no estuvieron

Habían pasado poco más de dos  meses desde la última tertulia pero siempre el reencuentro es alegre y festivo.Parecíamos niños en un cumpleaños,unos acudieron con buñuelos,otros con pastitas y bizcochos caseros.Saludos,sonrisas y alboroto.Conseguimos sentarnos entorno a la gran mesa con nuestras tacitas de té , seguía la algarabía.No parecía que el motivo de la reunión fuera un tema tan trascendente.Bajamos un poco la intensidad de la luz y encendimos algunas velitas.
Por fin una voz cadenciosa,calma ,incluso apenas perceptible comenzó a hacerse con la situación.Tras presentarse como sicólogo clínico ,Miguel tomó las riendas y nos introdujo en ese mundo desconocido de sentimientos y experiencias no siempre calificables dentro de lo que podemos llamar normales.Alguien incluso sugirió que deberían llamarse experiencias comunes o no comunes, en lugar de normales o paranormales.
Su intención era dejar bien claro que profesionalmente escuchan los hechos ocurridos al paciente,sin juzgarlos ni catalogarlos,simplemente analizándolos para tratar de comprender en que medida han influido y pueden influir en su conducta, y de este modo poder ayudar a que sus vidas no estén afectadas por  lo vivido.
Y como en otras ocasiones comenzaron las intervenciones.Un silencio envolvente y respetuoso se cernía alrededor de cada narrador.Ahora no estábamos en el sofá de casa viendo un show de misterio en la tele, en este momento estábamos oyendo la experiencia de uno de nosotros. No había bromas ni sonrisas, lo que oíamos eran hechos reales ,vividos, y en algunos de los casos sufridos, por la persona que teníamos a nuestro lado.
Debo confesar que me sorprendí. En numerosas ocasiones en el trascurso de reuniones familiares o de amigos estos temas surgen y suelen derivarse en competiciones para ver quién cuenta lo más terrorífico que ha oído para luego terminar en chanzas.Esta noche abríamos nuestros corazones y contábamos episodios íntimos de nuestra vida como sólo puede hacerse cuando estás a gusto, en confianza y entre amigos ( ¡esto sí que es un magnífico fenómeno que se da siempre en esta tienda!)
La tertulia transcurrió casi de modo perfecto, tras cada intervención personal hubo comentarios,apuntes de otras experiencias,y con acierto el ponente retomaba el hilo y reconducía.En uno de esos momentos y cuando comenzaba a narrar una experiencia personal de vigilancia en una casa abandonada del centro de Madrid ,en medio de un silencio sepulcral y con todos los craterianos observando su cara....se produjo un estallido tremendo equivalente a la rotura de miles de cristales,tras instantes de gritos y confusión nuevo estallido esta vez de risas. Había que destensar un poco el ambiente y creí que era el mejor momento :).
Para terminar sólo diré que eran más de las once de la noche y todos permanecíamos pegados a nuestros asientos como si tuviéramos todo el tiempo del mundo, había mucho más que se quedaba en el tintero: la telepatía , la hipnosis...Hasta que una voz sensata dijo que al día siguiente tenía que levantarse a las 5h. y de esta manera TODOS ATERRIZAMOS EN LA REALIDAD, encendimos luces y emprendimos el regreso a la cotidianidad pero con sonrisas en nuestros rostros.
¡Mil gracias de nuevo por ser como sois y compartirlo con los demás!