Tiendas de barrio

Mil veces has pasado por delante del escaparate de esa pequeña tienda de tu barrio, incluso te has detenido y observado con deleite los objetos que han llamado tu atención y que no se ven en los grandes centros comerciales ,pero aún así no decides entrar .¿Qué ocurre?
Reconozco que tenemos algunos impedimentos.
El primero es que muchos estamos cerrados por seguridad y es necesario llamar al timbre. Sólo con este hecho automáticamente surgen pensamientos reflejos como: sólo quiero echar un vistazo, quizá sea muy cara, lo mismo el vendedor me da la paliza para que compre algo, uffff !!!  Quizá otro día.
Ahora quiero dar la vuelta a esta idea preconcebida.
Los artículos que observo en el escaparate y su presentación son distintos a los montajes uniformes y en serie que vemos en cualquier local de un centro comercial. Son objetos elegidos con mimo, pensando en diferenciarse de los demás, pretenden tener un sello diferenciador, diseños exclusivos,hechos artesanalmente.
Una vez dentro la atmósfera del local hará que te sientas a gusto, todo está cuidado no sólo lo que se ve desde fuera, los precios puestos te harán comprobar que no existen diferencias con otros comercios, incluso la música que suena hará más agradable tu estancia.Y lo mejor lo comprobarás cuando preguntes algo y la persona que te atienda sea un buen profesional y conocedor de su oficio, que podrá orientarte en lo que demandes  sin los bruscos monosílabos a los que estamos acostumbrados. Aquí no hay prisas ni colas de impacientes, simplemente conversación y diálogo sin comprometer a nada.
Los que estamos dentro sabemos que no siempre se mira para comprar ,pero toda persona es bien recibida ya que no hay nada que nos guste más que alguien se interese por nuestro producto y lo pueda comentar con su entorno.
 Conociéndonos será como venderemos en un futuro porque confiamos en nuestro producto y en el servicio  que ofrecemos , pero si  por prejuicios injustificados tú , transeúnte ciudadano , dejas de asomarte a cualquiera de nuestras pequeñas tiendecitas contribuirás irremediablemente a nuestra desaparición y con ella la de muchos artesanos,diseñadores y pequeñas empresas que subsisten gracias a nuestro empeño.
Si algo bueno tienen algunas crisis es que nos hacen reflexionar a cerca de algunos valores que teníamos adormecidos u olvidados. Recuperar el trato más humano, apreciar el trabajo hecho a mano, la creatividad de nuestros jóvenes , el valor de cada puesto de trabajo de nuestra comunidad, todo debe contribuir a mantener un equilibrio en la existencia de pequeños y grandes comercios.