Siempre después de cada tertulia que hacemos me gusta hacer un breve resumen para aquellos que no estuvieron. No siempre es fácil y menos con algunas como ésta última en la que se trataron temas de mucho calado.
Isabel nos contó los pasos que tuvo que dar desde el momento en que decidió ser voluntaria en un país africano. El proceso de selección que se sigue, las tareas que se le encomiendan, con quién ha de convivir, etc.Y más allá de trámites , cuáles eran sus espectativas y cuales fueron sus decepciones.
Demasiados los temas que iban surgiendo a medida que narraba su experiencia, no sólo surgían comentarios sobre las diferentes conductas de cada grupo de voluntarios, sus diferentes maneras de integrarse en la sociedad que les acoge, sino también reflexiones sobre derechos humanos, religión, políticas erróneas o acertadas.
Como siempre, hay una nota simpática que rompe la seriedad del momento y que nos recuerda que estamos entre amigos, en el salón de la casa de uno de ellos. ¡El  riquísimo bizcocho de Matilde!
En resumen, como dijo una de las participantes, de lo que se trata es de vivir, toda experiencia (buena,mala o regular)  en sí  misma ya es positiva puesto que la has vivido y formará parte de tí  y enriquecerá tu carácter.No sólo cuenta el ayudar en mayor o menor medida a los demás sino también valorar lo que nos enriquece la simple y pura convivencia.